Una de las mayores dificultades que entraña tener tu propio negocio es encontrar a gente con la que hablar de tus miedos, tus inseguridades y tus sueños. Abrir tu alma y compartir tu historia puede ser aterrador, pero también puede llevar a establecer conexiones más profundas y a aprender importantes lecciones vitales. En muchas ocasiones, he visto esos momentos de vulnerabilidad compartida transformarse en a